¿Qué es el EMDR?

Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). El EMDR es un abordaje psicoterapéutico interesante y complejo que incorpora mucha de la sabiduría de otras terapias. Aunque la mayoría de la gente lo asocia con los movimientos oculares, la verdad es que el EMDR es una forma acelerada de procesamiento de la información.

¿Por qué EMDR?

Sabemos que cuando ocurre algo traumático, tu mente puede continuar aferrándose a ello incluyendo la imagen original, los sonidos, los sentimientos, las sensaciones y los pensamientos o cualquier combinación de estos elementos. Parece como si el trauma se encontrase bloqueado dentro de ti y pudiese dispararse por muchas cosas o personas diferentes que encuentras a lo largo del día o de la noche. Estas viejas experiencias pueden causar muchísimo malestar. A veces, puedes sentirte indefenso porque eres incapaz de controlar lo que sucede en tu mente o en tu cuerpo. Esto ocurre porque estás experimentando los sentimientos y sensaciones que están conectados con esta experiencia previa.

¿Cómo surge el EMDR?

La doctora Francine Shapiro descubrió, a través de la observación personal, un fenómeno interesante cuando estaba experimentando ciertas emociones perturbadoras. Observó que cuando movía persistentemente los ojos de lado a lado disminuían sus pensamientos y sentimientos negativos. Siguió experimentando con este descubrimiento, probando los movimientos oculares con sus amigos. Al ver confirmada una y otra vez la experiencia de desaparición de los pensamientos perturbadores, la Dra. Shapiro diseñó un protocolo para usar los movimientos oculares y llevó a cabo un experimento. Trabajó con clientes en entornos psicoterapéuticos y encontró que cuando incorporaba los movimientos oculares en su manera de hacer psicoterapia la gente comenzaba a procesar mejor sus problemas.

La Dra. Shapiro comenta que hoy en día llamaría a este método de tratamiento Terapia de Reprocesamiento. Esto se debe a que desde el descubrimiento inicial hemos aprendido que no es sólo el movimiento ocular, sino también la estimulación bilateral o la activación de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, lo que parece llevar hacia el procesamiento de las dificultades psicológicas. Esto significa que podremos utilizar tanto los movimientos oculares como la estimulación táctil o auditiva y/o una combinación de todas.

Hasta el 2003, se han realizado catorce estudios controlados que apoyan la idea de que el EMDR funciona bien en el tratamiento del trauma. El EMDR es uno de los métodos que han sido más investigados para tratar este tipo de problemas. En los 5 estudios más recientes, el 84-­‐90% de la gente que ha tenido que lidiar con violaciones, combates, perdida de seres queridos, accidentes o desastres naturales dejaron de presentar síntomas de trastorno por estrés postraumático después de tan solo tres sesiones de tratamiento. Otro estudio realizado con el apoyo económico de Kaiser Permanente, compañía dedicada a la administración de atención médica en California, encontró que el EMDR es el doble de efectivo en la mitad de tiempo en comparación con el tratamiento estándar.

El EMDR no solo es utilizado para tratar sucesos traumáticos. Muchos psicoterapeutas han trabajado con EMDR para atender diversos tipos de problemas que incluyen manejo del dolor, adicciones, problemas psicológicos de abuso o negligencia que provienen de la niñez, ansiedad, depresión y otros.

¿Cómo funciona el EMDR?

La mente se puede definir como el proceso que regula el flujo de energía e información, que permite procesar la memoria y las emociones de manera eficiente y terapéutica. Al igual que en otras intervenciones psicoterapéuticas, aún no se sabe exactamente cómo funciona el proceso de curación en la mente o en los procesos neurológicos del cerebro. Algunos autores han propuesto que el trauma está relacionado con una disfunción en la integración de varias formas de procesos mentales tales como memoria, emoción, percepción y comunicación interpersonal que llevarían al individuo a sentirse excesivamente limitado y otras veces a sentir que pierde el control sobre cómo está funcionando su mente. Desde el punto de vista neuronal, tal deficiencia en los procesos mentales podría verse como un bloqueo en la “integración neuronal” que es la forma en que el cerebro trabaja con todos sus circuitos como un todo funcional.

El EMDR puede ser particularmente efectivo facilitando la integración neuronal a través de la forma en que sus fases de tratamiento activan diferentes procesos en el cerebro tales como pensamientos, emociones, recuerdos y sensaciones corporales. A media que vamos avanzando en las fases del EMDR, la integración neuronal podría verse como el proceso cerebral que es facilitado durante las fases de tratamiento. El resultado de la integración neuronal sería una mejoría en los síntomas y el desarrollo de un mejor sentido de bienestar interno y de experiencias interpersonales más gratificantes.

Al parecer la terapia EMDR estimula las conexiones cerebrales y equilibra el sistema límbico y el centro emocional, demasiado estimulado, con el centro cognitivo inhibido o poco activo.
Tras el tratamiento, al equilibrarse las zonas del cerebro, se reduce la hiperactividad de la amígdala y del sistema límbico y se normaliza la actividad de los centros cognitivos y de reprocesamiento del cerebro.
El EMDR conecta lo que sabemos con lo que sentimos, trabajando el recuerdo desde el ahora ¿Qué siento ahora?, cuando recuerdo eso.

J. Miguel San Martín. Psicólogo