La narcolepsia es un síndrome caracterizado por la presencia de cuatro síntomas que representan la denominada “Tétrada narcoléptica”:
• Somnolencia diurna, acompañada de ataques repentinos de sueño (que suelen durar en torno a 15-20 minutos). Los ataques de sueño de describen como irresistibles, pudiendo darse en las situaciones más inapropiadas. La frecuencia suele ser de entre 2 y 6 episodios diarios.
• Cataplexia, es la pérdida de tono muscular. Se manifiesta en síntomas que van desde pesadez en los párpados o de los brazos, hasta pérdida total del tono muscular, con desplome del cuerpo. Suele durar pocos segundos y la persona es completamente consciente de la situación.
• Alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas. Las primeras se corresponden con imágenes intensas de ensoñación antes de dormirse y las segundas justo antes de despertarse.
• Parálisis de sueño, justo antes de dormirse o al despertarse. La persona se encuentra despierta, pero es incapaz de moverse o hablar.
La narcolepsia suele iniciarse en la adolescencia tardía. Su etiología no está clara, parece ser consecuencia de la combinación entre factores genéticos, medioambientales y bioquímicos.
El tratamiento farmacológico suele ser la estrategia terapéutica de elección, combinando fármacos estimulantes con antidepresivos. Aunque la terapia psicológica es de suma importancia para enseñar a la persona pautas respecto a la organización y rutina, vigilia/sueño.
J. Miguel San Martín. Psicólogo sanitario